La sensibilidad de tus palabras vuelan en mi silencio,
de profundos matices agridulces y poéticos.
Aun siento caer tus inmensas gotas de tristeza,
que resbalan en la catedral de mi nostalgia misteriosa y celestial.
Escuchando la tarde adormecida....
en mi alma solitaria y cristalina.
Muriendo en la sinfonia de tus besos cálidos y sutiles,
T.....R....I......S.....T.....E.....S.....S.....E.
Iluminando con su llama mi corazón de pájaro inalcanzable,
D....E.....C.....A....D.....E.....N....S.....E.
Matizando en cada trocito de mi ayer,
las sombras de tu cuerpo y mi añoranza,
reflejadas en la oscuridad de mi soledad,
de dulce amapola errante y sensible.
Lorenzo Valenzuela.Texto declarado en el Sgae.
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