martes, 11 de octubre de 2011

MINIRELATO-26



del mar contemplo la tarde enamorada,
acariciando los dedos,con la suave arena de la la playa.
Sintió la brisa vibrando en su cuerpo
y fundió su espíritu con las olas del mar.
Miró de reojo a su hijo de seis años,
que la buscaba con dos ojos de ensueño.
escribió en su cuaderno de cuentos:
23-9-0-11
Como es posible sin Dios las olas
y la confianza en los ojos de mi hijo.
Como es posible sin Dios el atardecer,
el azul del cielo,esta brisa que me cura por dentro.
Y rezó en silencio una plegaria sencilla,a su Dios:
"Gracias por un día mas,gracias por todo este sueño"

Lorenzo Valenzuela.Texto declarado en la Sgae.

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