Era rubia,alta,De belleza rotunda y transparente.
De perfil pequeño y pizpireto.
Era atrevida como una amapola,cuando hablaba de sus deseos.
En la conversacion inteligente,agil y con una cultura vasta y profunda.
Entre sus sueños escondidos:
Volver a pintar sus paisajes olvidados,
guardar en su cajita dorada la llave de su nueva casa,
comprar al vendedor del tiempo,un ratito para gozar la vida.
Era por todos conocidos sus ojos azules de gata salvaje,de tonos de mar caribeño.
La dulzura de su cuerpo cimbreando sus caderas en la noche.
Cuando decidia el hombre con quien compartir su sombra,
no dudaba un instante y los hechizaba con la delicadez de su mirada.
Jamas olvidare sus primeras palabras en el café de París;
¿Eres tu un mediocre mas que da sombra a mi belleza?.
Asi era excesiva y alegre,con un aire de niña bien de las de siempre.
Era un alma pura,transparente.De las pocas almas que regalan a la vida,
inmensas gotas de misterio y armonía.
Rosa Ponce de Tejada,mi gran amor de toda la vida.
Lorenzo Valenzuela.Texto declarado en la Sgae.
Dedicada a Nefertiti.
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