y reconoció en su mirada el día mas feliz de su vida.
Juntos en aquel banco,lloviendo de amor en su alma,
después de tantos meses de profunda soledad.
Ella,abrazada al hombre de sus sueños para siempre,
el,reflejando en su sonrisa la alegría de todo el universo.
"Me muero sin tus besos azules".Dijo sonriendo su hermosura.
Sintió entre sus ojos caer la esencia de su nostalgia,
y musito riendo:"Como un sentimiento tan inmenso y profundo,
puede reflejarse en algo tan pequeño como una lagrima".
Y mecido por la brisa de su cariño,evoco su cuerpo,
esculpiendo la noche delicada de malva y gris.
Lorenzo Valenzuela.Texto declarado en la Sgae.
No hay comentarios:
Publicar un comentario