invocando al amor y a la armonía.
Besó su cuello acariciando su piel de nácar,
regalando a la vida la belleza de su hermosura.
Y escribió en su piel la leyenda de amante inolvidable y eterno.
¿No se porque te quiero tanto?.Me respondió en silencio.
Y los dos aprendimos aquella tarde,el misterio del amor.
Los secretos inconfesables de la ternura y la dulzura,
entre las mariposas de su alma y las amapolas de mi pasión.
Lorenzo Valenzuela.Texto declarado en la Sgae.
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